El uso de los «memes» se encuentra en el diario vivir de los internautas, convirtiéndose en un fenómeno cultural moderno que bien podría constituirse en un delito penal. La RAE define los “memes” como la “imagen, video o texto, por lo general distorsionado con fines caricaturescos, que se difunde principalmente a través de internet”.
Por dicho fin caricaturesco, algunos sistemas legales internacionales entienden que es parte del ejercicio al derecho de la libertad de expresión, por lo que siempre puede haber espacio de interpretación en esos casos.
Partiendo de lo anterior, si es con fines caricaturescos o de humor, ¿por qué podría un “meme” constituirse en un delito penal?
Para responder a esta pregunta, debemos indicar que, conforme al sistema jurídico dominicano, la imagen personal ha sido reconocida por nuestra Constitución como un derecho inherente a la persona. En ese sentido el artículo 44 de nuestra carta magna establece que «se reconoce el derecho al honor, al buen nombre y a la propia imagen.”
Asimismo, el artículo 52 de la Ley núm. 65-00 de Derecho de Autor, reconoce que “toda persona tiene derecho a impedir que su busto o retrato se exhiba o exponga en el comercio sin su consentimiento expreso .” En lo que respecta a las sanciones, el artículo 338 del Código Penal de la República Dominicana, establece que “se castiga con prisión de uno a dos años y de cincuenta mil a cien mil pesos de multa, el hecho de publicar, por cualquier vía que sea, el montaje realizado con las palabras o la imagen de una persona sin su conocimiento si no resulta evidente que se trata de un montaje o si no se hace mención expresa de ello.”
Por lo general, los memes que reproducen la imagen a través de fotografías de personas se realizan sin el consentimiento de la persona, y no siempre resulta evidente que se trata de un montaje, pues se toma la fotografía íntegra y se convierte en meme, de manera que, en la medida en que los memes sean creados y difundidos en el comercio utilizando la imagen personal sin autorización de la persona, y de manera que pueda provocar difamación o inducir a error al lector para que entienda que es real y no un meme, podría constituirse una violación al derecho al honor, al buen nombre y a la propia imagen de la persona.
Cuida lo que compartes y siempre asesórate correctamente para dar pasos certeros.
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